De la historia

Posted in Historia e historias on 3 diciembre 2009 by don palabras

Cuando me decidí a estudiar historia aparte del gusto entró otro factor: el diablo de los números. Pensaba que escribiendo era menos probable que alguien matara o se matara, caso contrario a lo que pasaría si, por ejemplo, hacía mal el cálculo del peso de alguna construcción o tenía mal pulso con un bisturí. Hoy me doy cuenta de que estaba en un error.

Si es cierto que la gente no se cortaría las venas por algún estudio donde se diga por ejemplo, que Díaz no fue el dictador que se cree o que los mexicas no hacían sacrificios humanos, por lo menos sí se pueden crear confusiones y errores que con el tiempo salen costosísimas. Supongo que de aquí vienen los problemas de ideologías mal entendidas y los rezagos en todos los campos de la educación.

La gente comunmente se queja de que durante 7 décadas el PRI se la pasó manejando a la población por medio de una historia oficial que justificara sus hazañas. No obstante, está el hueco: no se recuerda que, a pesar de todo, el PRI ayudó a construir el México moderno, aunque no logró consolidar su proyecto. Se crean entonces círculos viciosos: el PRI olvida el proyecto industrializador de don Porfirio, que aunque  sometido a intereses extranjeros, tuvo algunos beneficios. El nuevo partido crea un proyecto nacionalista que desprecia totalmente -o al menos en el discurso- la intervención extranjera, para que al final se vea traicionado y de nuevo entren los capitales extranjeros y se olvide el nacionalismo. De este modo, nunca se podrá llegar a consolidar un proyecto de nación duradero.

Por otra parte, y aunque no tiene un alcance tan grande, siempre ronda por ahi la frustración. Rondando por las calles de la ciudad uno puede encontrarse con los afamados danzantes, que saben todo el desarrollo del México prehispánico por el puro hecho de vestirse de una manera «tradicional». Aunado a esto, está el peligroso factor de las mezclas de ideas: los antiguos mexicanos se parecían más, ideológica y religiosamente, a los monjes zen, a los budistas y a los cristianos, ya que, las modernas explicaciones son una mezcla de tradiciones que hacen que se presente una supercultura, con sólo rasgos de perfección. Estas utopías chocan de nuevo con la realidad indígena del país.

Si la historia nos sirve para crear más utopías que ideologías, a tal grado que cualquier persona que va caminando en las calles puede dar clases y entenderla mejor que un profesional, entonces ¿para qué estudié?

De perlas y banquetes

Posted in Historia e historias on 7 noviembre 2009 by don palabras

Ya desde hace algunos meses me regresó la idea de los idiomas. En la universidad había llevado ya algunas lecciones de griego, por lo que se me hizo fácil la idea de retomarlo… hasta que vi los cambios que hay entre el antiguo y el moderno. Siendo un idioma no muy convencional por estas tierras, la primera necesidad es escucharlo. Con el inglés no tenemos tanto problema porque estamos constantemente bombardeados con música, publicidad, series y películas en ese idioma. Con otras lenguas hay que arreglárselas para eliminar esta situación.

La exploración en la red me llevó a encontrarme con varios cantantes. La músical me parece una manera agradable de acercarse a un idioma o a una cultura en general. Como muestra esta canción que se llama «Las perlas», de un cantante de Tesalónica llamado Kostas Makedonas. Es buena:

Otra cosa que me llamó la atención en este video es comprobar que en poco más de 2000 años los griegos no han cambiado gran cosa. La música y la bebida son el eje sobre el que giran las reuniones. Los sympósion eran y son un elemento fundamental de la sociabilidad. En la literatura, el ejemplo clásico es «El Banquete», de Platón. Si bien este término está generalizado, una traducción más exacta es la de «reunión de bebedores». ¿Será por eso que los médicos a cada rato celebran simposios?

Para mayor información sobre estos banquetes se puede consultar un blog de Historia Clásica:

http://www.historiaclasica.com/2008/03/el-simposio-cenas-de-sociedad-en-la.html

Un día particular

Posted in Mil ideas on 6 noviembre 2009 by don palabras

calacan

Mucho se ha comentado ya sobre el día de muertos: que si es una fiesta muy bonita, que si el mexicano convive con su propia muerte, que si los extranjeros se horrorizan, que… en fin, no es para menos con una celebración tan compleja y tan fascinante.

Todos en el mundo tenemos algún sentimiento respecto a la muerte, bueno, más bien sobre la muerte cercana, la que sí convive con nosotros; ya sea el fallecimiento de algún familiar o un amigo o bien, la reflexión sobre nuestro propio fin. Es esta la muerte que conocemos, de la que podemos hablar porque la hemos experimentado, no así con la muerte en abstracto. Esta es la muerte ajena, la de los que no conocemos, la que leemos en las noticias o en los libros, la que sólo podemos imaginarnos.

Es precisamente la imaginación la que hace tan especial este día. Mientras los panteones se llenan de luces y colores gracias a las velas que marcan el camino que los muertos deben realizar para regresar con sus familiares, los mercados surten flores, papel picado y calaveritas de azúcar o chocolate; la muerte se hace presente en esqueletos de cartón y juguetes.

Supongo que en eso radica el encanto de estos días: olvidar la cercanía de la muerte imaginándola, celebrándola, llenándola de colores y de imágenes que sean agradables a nuestos sentidos, de modo que, matizándola, podamos sobrellevarla.

El comienzo…

Posted in Mil ideas on 6 noviembre 2009 by don palabras

1 En el comienzo, Dios le otorgó al hombre una computadora, 2 pero en aquel tiempo, las 3 86 eran muy lentas;  3 Dios vio que eso no era bueno, entonces, le otorgó al hombre la facultad de crear Procesadores que aceleraran su actividad; 4 una vez que el hombre consiguió computadoras más rápidas, fue  tentado por la serpiente que le dijo: 5 “toma los cables de fibra de vidrio y crea el Internet”; 6 una vez creado el Internet, su mirada se extendió por toda la tierra; 7 Dios vio esto y pensó que no era bueno, por lo que acotó la mirada del hombre. 8 Desde entonces, el hombre se la vive en la red bajando videos y música en infínitum, en espera de la caida final del sistema.

Y así, sigo apocalípticamente atrapado en la red.